Qué es la Bolsa de Valores y cómo invertir con éxito
Descubra el mundo de las bolsas de valores, su papel en el mercado financiero y cómo iniciar su viaje inversor.
Comprender la bolsa de valores no es tarea fácil, aunque ciertamente no es imposible. Como suele afirmar Warren Buffet, invertir es sencillo, pero no es nada sencillo. Su referencia se dirige especialmente al mercado de valores, donde construyó y aún conserva su riqueza.
Muchos inversores realmente no tienen idea de cómo funciona la bolsa de valores. Por eso estamos aquí para explicarte y con este conocimiento te convertirás en un mejor inversor. Después de todo, esta comprensión es esencial para cualquiera que busque independencia financiera.
La bolsa de valores no es más que un mercado organizado donde se negocian acciones de empresas que cotizan en bolsa y otros valores. Ahora quiero desmitificar uno de los mayores conceptos erróneos que tiene la gente.
Mucha gente imagina la bolsa de valores como un lugar lleno de gente gritando, usando teléfonos y señalando pantallas grandes. Esta visión está desactualizada, ya que actualmente las transacciones se realizan de forma electrónica.
¿Cómo funciona la bolsa de valores?
En primer lugar, debemos entender que las empresas empiezan a aparecer en la bolsa de valores con el objetivo de recaudar fondos y financiar proyectos. Estas empresas deciden ofrecer acciones de propiedad a cambio de capital, como si los dueños de la empresa estuvieran invitando a nuevos socios a participar en el negocio.
Esta se llama IPO. Cuando esto sucede, la empresa está realizando una IPO (Oferta Pública Inicial). A partir de ese momento, la empresa comienza a aparecer en la bolsa de valores, y por otro lado, los inversores expresan su interés en esta empresa a través de ofertas de compra o venta de sus acciones.
Cuando se lleva a cabo una oferta pública inicial, esta acción se denomina mercado primario. Este es el momento en el que el precio de las acciones se determina mediante un cálculo que tiene en cuenta la relación de oferta y demanda por parte de los inversores de estos valores.
Tras esta fase inicial, los inversores que deseen adquirir acciones de esta empresa recurrirán al mercado secundario. En el mercado secundario, las transacciones sólo se completan cuando existe un acuerdo entre una orden de compra y una orden de venta de dos inversores. Por ejemplo, cuando alguien quiere vender una acción a un precio determinado y encuentra otra persona que quiere comprar la misma cantidad de acciones al mismo precio. Todo esto se lleva a cabo a través de una plataforma llamada (home broker), que es la interfaz que suelen proporcionar las casas de bolsa a través de la cual los inversores operan en el mercado de valores.
El inversor que compra una acción puede beneficiarse de la apreciación de esa acción o de la distribución de las ganancias de la empresa, a lo que nos referimos como dividendos. La apreciación y depreciación pueden ocurrir en función de varios factores, ya que en el corto plazo, son las noticias, los rumores y otros ruidos los que impulsan los precios de las acciones. A largo plazo, es el desempeño subyacente de la empresa el que determina la apreciación o depreciación de estas acciones.
Invertir en bolsa puede parecer bastante complicado al principio, pero en realidad es una tarea relativamente sencilla. Lo que a menudo disuade y confunde a los inversores son las innumerables historias de personas que perdieron fortunas mientras invertían en el mercado de valores. A partir de estos malos ejemplos, muchos incluso acaban asociando la bolsa con loterías y juegos de azar. Es cierto que el mercado de valores puede provocar pérdidas financieras importantes para los inversores, especialmente para aquellos que no tienen conocimientos o que asumen riesgos excesivamente grandes e innecesarios. Sin embargo, en esencia, invertir en el mercado de valores implica identificar buenas empresas y apoyarlas con contribuciones financieras.
¿Cuáles son los riesgos de invertir en bolsa?
Existen diferentes tipos de riesgos involucrados al operar en bolsa, pero por hoy, centrémonos en dos que considero los más significativos.
El primero se llama riesgo de liquidez, que se produce cuando un inversor no puede vender sus acciones. Esto suele ocurrir con empresas que cotizan menos activamente en el mercado de valores. En tal caso, el inversor se encuentra con acciones que ya no quiere y de las que no puede deshacerse porque hay pocos compradores dispuestos a pagar el precio que ofrecen para vender esas acciones.
El segundo riesgo es el riesgo de mercado, que está estrechamente ligado a la depreciación de las acciones. Si un inversor compra una acción y ve disminuir su valor debido a diversos factores, y luego decide venderla, es posible que no pueda recuperar su inversión, lo que resultará en una pérdida.
Ciertamente, el tema de los riesgos de invertir en acciones tiene mucho más que ver. Por ejemplo, la misma acción cuyo valor se depreció podría, en el futuro, volver a su precio original o incluso apreciarse más. Sin embargo, es importante enfatizar que esta posibilidad puede estar asociada a factores que pueden estar fuera del control tanto de la empresa como del inversionista.
Aquí es donde entra en juego la importancia de tener conocimiento sobre el mercado y practicar una diversificación efectiva, ya que es uno de los aspectos cruciales para quienes pretenden alcanzar el éxito en bolsa.